BREVE HISTORIA DE LA COFRADIA

Es la tercera cofradía más antigua de las que procesionamos en la Semana Santa Baezana. Data de 1553, estableciéndose el 31 de marzo de aquel año en el Convento de la Merced.
La actual Cofradía es la resultante de dos cofradías fusionadas, la Virgen de la Cabeza y la del Niño Perdido que existían en el Convento de la Victoria, próximo a San Antonio y desaparecido con la exclaustración.
En la antigüedad, poseía esta cofradía un rebaño de ovejas que le aportaba numerosos beneficios, con los que realizar obras benéficas, así como atender a aquellos hermanos que más lo necesitaban según consta en los libros de cuentas, que conserva la cofradía. Con el paso de los años el rebaño fue a menos y llegó a ser un problema para la cofradía, que con mucho dolor por perder esa tradición, tuvo que deshacerse de él en 1994. En ese momento, se decide volver a pedir a los hermanos la aportación de una cuota anual que durante algunos años, debido a la bonanza económica, se había suspendido.
En 1936 desaparecieron las imágenes y enseres de la cofradía, que se restauró en 1.949 con nuevos estatutos. En 1995 fueron aprobados por el Obispo los Estatutos actuales de la cofradía.Una de las costumbres que se mantiene desde hace siglos, es el reparto de una ración de bizcochos y vino a todos los hermanos de la cofradía sin coste adicional para estos. De ahí que el Niño sea conocido popularmente como el "Niño de los Bizcochos".
El Niño Jesús obra de Amado Ruiz Olmos es talla completa aunque procesiona vestido con túnica blanca y dorada, con templete del que cuelgan campanillas de plata. Es llevada a hombros por los hermanos más jóvenes. Los hermanos y hermanas que la acompañan no llevan hábito.La Stma. Virgen de la Cabeza, acompaña al Niño durante todo el itinerario de la tarde, hasta llegar a la casa del Hermano Mayor, donde permanecerá el Niño durante todo el año, continuando la Virgen hacia el Convento por Magdalena, Sor Ménica y Acera de San Antonio.Es tradicional que en los momentos previos a la procesión, los hermanos jueguen la bandera en el atrio de San Antonio, premiándose simbólicamente a aquellos que lo hagan con más destreza